cerebro

¿Es posible transplantar un cerebro de cuerpo

Un cambio de cuerpo.

El mundo de la medicina es uno de los más complejos que existen a nivel tecnológico. Hemos sido testigos de hazañas de lo más importantes para este mundo, que nadie podría pensar que a día de hoy hay gente que lleva prótesis hechas de metal o incluso impresas en 3D para hacer su día a día. Sin embargo, hay una cosa que la ciencia no ha logrado resolver y es la posibilidad de trasplantar un cerebro de un cuerpo a otro.

Esta práctica puede sonar muy al estilo de Frankenstein, pero son muchas las personas tanto entusiastas de la medicina como grandes personalidades del segmento de la salud que en algún momento se han planteado esta posibilidad de alguna manera.

El cerebro, el órgano más importante

Lo mires por donde la mires, el cuerpo humano sigue siendo un gran misterio. A lo largo de los años, los médicos e investigadores han dado pasos hacia adelante para entender cómo funciona desde el último músculo que puedes tener en los pies hasta el crecimiento del cabello. Son cosas que a día de hoy se entienden gracias a estos avances, pero hay una parte de la que se desconoce su potencial. Estamos hablando del cerebro, un órgano que es capaz de dirigir todas las acciones que realiza el cuerpo de manera voluntaria en voluntaria.

Qué ocurre en el cerebro al morir

Y es que no solamente hablamos de todas las acciones que es capaz de hacer, aunque tú no te des cuenta desde la respiración, el parpadeo o el bombeo de sangre que realiza el corazón para que sigas viviendo. Se trata de un órgano que es capaz de almacenar un montón de información, ya sea adquirida a través de la experiencia o a través de las enseñanzas que se pueden obtener a través del estudio. Y todo esto lo que estamos contando constituye una parte ínfima de lo que los investigadores se empeñan en afirmar, ya que muchos dicen que no llegamos ni a un 10% del uso de su capacidad.

¿Por qué no se puede transplantar?

Si estás leyendo esto puede que todo lo anterior ya lo sepas, pero que es importante hablar de ello para justificar de alguna manera lo que viene a continuación. Y es que un cuerpo humano es capaz de recibir órganos que no son suyos gracias a todos los avances que la medicina nos ha aportado hasta el punto de incluso transferir los famosos xenotrasplants de órganos de animales a un cuerpo humano.

Sin embargo, el cerebro es uno de los más difíciles por no decir que es imposible. Esto no quita que el ser humano haya intentado esta clase de prácticas, ya que en 1970 ya se intentó algo similar en el cuerpo de un primate. El doctor Robert J. White del hospital de Cleveland fue el artífice de semejante hazaña o atrocidad, según a quien preguntes, pero lo cierto es que el resultado fue relativamente exitoso. Resulta que el cerebro todavía estaba completamente funcional, siendo capaz de realizar algunas acciones como oler o ver, entre otras, aunque esto fué efímero por el prematuro fallecimiento del mono.

¿Cuál fue el problema que truncó esta investigación?

Pues algo realmente evidente si tenemos en cuenta la fisionomía de cualquier animal vertebrado. Como sabrás, el cerebro es la parte más alta a la que se conecta la médula, una parte importante para el órgano que lo conecta para el resto del cuerpo. Como te hemos comentado antes, el mono pudo realizar todo lo que la parte de la cabeza puede hacer, pero no se detectó ningún movimiento del resto del cuerpo.

trasplante corazon

Conectar el cerebro de forma eficiente a la médula es un trabajo difícil, ya que son muchas las conexiones nerviosas y neuronales y las que favorecen el envío de información desde la última neurona hasta todos los nervios y músculos del cuerpo. Por ese motivo, un trasplante de este calibre solamente se centra en todo lo que pueda hacer la cabeza en lo que movimientos y acciones se refiere y mantener los recuerdos y los pensamientos de la persona.

¿Habría alguna posibilidad de conseguir la recuperación de todo el cuerpo?

Como te hemos explicado, trasplantar un cerebro de un cuerpo a otro es algo sumamente difícil. No solo hay que tener en cuenta la dificultad de la operación sino que también como puede ocurrir con el resto de órganos y miembros de un cuerpo hay que suponer la posibilidad de un rechazo del cuerpo ante el nuevo órgano trasplantado lo cual podría suponer directamente en la muerte cerebral de la persona.

Por eso estamos hablando de algo plenamente idílico aunque muchos sueñan con recuperar las funciones de su propio cuerpo de alguna manera gracias a la tecnología. Si bien es cierto que es imposible una operación de cambio de cerebro de un cuerpo a otro, existen proyectos como Neuralink que están en el camino de restablecer las conexiones del cerebro y el cuerpo.

La compañía de Elon Musk está haciendo un gran trabajo con su signo renal aunque lo cierto es que tardará bastantes años en lograr que una persona recupere el movimiento completo de su cuerpo gracias a la ayuda de un chip que permite el envío de esos pulsos eléctricos a todo el cuerpo ante la imposibilidad de hacerlo por sí mismo.

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